La compañía hispano-húngara Mísero Próspero, que estas semanas recala en el teatro Fernando de Rojas del Círculo de Bellas Artes, se mueve dentro de un género que cada vez tiene mayor presencia en el mundo de las artes escénicas: el teatro físico.
Esa es la permanente propuesta de este grupo ofrece dos citas. Hasta hoy Orfeo mordiendo el polvo, puesto en pie a partir de la música que Monteverdi compuso para lo que se considera primera ópera de la historia. Este Orfeo narcisista y creador se mueve en el terreno entre el teatro y la danza, con técnicas del clown o la pantomima.
Minimalismo, en lo espacial. Y el énfasis en la dramaturgia y la recreación de la música. Sobre el escenario la coreógrafa Daniela H. Faith, Tania Garrido, la bailarina Takács Dorisz y Carlos Rodero (dramaturgo y director). Coreógrafa y director son responsables de Matruska. Muñecas Rusas, el segundo montaje de la compañía, donde indaga en la identidad femenina a través de metáforas, que como "muñecas rusas" esconden un viaje iniciático al interior de la mujer.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 26 de septiembre de 2010