Los sindicatos valencianos culminaron la huelga de ayer con una multitudinaria manifestación por las calles de las tres capitales. Y si los agentes sociales tardarán en ponerse de acuerdo en la incidencia del paro, el malestar sí sacó músculo visible en la calle. Unas 50.000 personas se manifestaron en Valencia, Alicante y Castellón (150.000, según los convocantes).
En Valencia, entre 25.000 y 30.000 personas asistieron a la manifestación convocada por los sindicatos UGT-PV, CC OO-PV e Intersindical Valenciana. Sus dirigentes, Conrado Hernández, Francisco Molina y Vicent Mauri, respectivamente, encabezaban la marcha con una pancarta que rezaba Així, no. Rectificació, ja!. El grito más coreado fue "Zapatero, rectificación", y el eco más repetido, "Zapatero, dimisión". Dos horas después del inicio de la manifestación, cuando la cabecera llegó frente a la Delegación del Gobierno, mucha gente aún permanecía en la plaza de San Agustín.
"¡Viva la clase trabajadora y a la mierda la reforma laboral!". Este fue el colofón sindical a la manifestación celebrada en Alicante. La protesta congregó a entre 10.000 y 15.000 personas. Los líderes sindicales, envueltos en el ambiente musical de las canciones del recién fallecido José Antonio Labordeta, saludaron el éxito de la marcha. Y Castellón congregó a unas 5.000 personas con la esperanza de que el Gobierno rectifique en su reforma laboral.
La ausencia de altercados y la presencia de muchos jóvenes caracterizaron las tres manifestaciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 30 de septiembre de 2010