Un Airbus A380, el avión comercial más grande y tecnológicamente más avanzado del mundo, aterrizó ayer a mediodía en el aeropuerto de El Prat, donde fue objeto de la tradicional ceremonia de bautizo y pasó bajo un arco de agua arrojado por los bomberos. El aparato llegó procedente de Palma para participar, por primera vez, en la Festa al Cel de Barcelona. El avión, de la compañía Lufthansa, tiene capacidad para llevar a un máximo de 850 pasajeros. A primera hora de la tarde, el Airbus ofreció un vuelo raso espectacular (mide 73 metros de largo) a los miles de personas que se congregaron en la playa y los alrededores para seguir el festival aéreo, que llega este año a su 19ª edición. En él participan 70 aeronaves, civiles y militares. Además del Airbus, en la sesión de ayer destacó la Patrouille de France, uno de los grupos de piruetas más destacados
de Europa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 3 de octubre de 2010