El hombre que mató a su padre en un bar que regentaba en Sevilla por negarse a devolverle 500 euros se declaró ayer culpable en el juicio. El proceso quedó suspendido a la espera de los resultados de las pruebas psicológicas que hoy determinarán el estado mental del acusado.
La fiscalía pide 25 años y una indemnización para la familia de más de 96.000 euros, y se presenta como única acusación contra J. C. C., de 20 años, que presuntamente asestó a su padre cinco puñaladas con un cuchillo tras una discusión en el bar El Ruiseñor, del barrio sevillano de Los Pajaritos, que regentaba la víctima.
El hombre reconoció el crimen, como ya hizo en su declaración judicial, por lo que el juicio se suspendió hasta hoy, cuando se realicen las pruebas periciales. Su abogada afirmó ayer que el acusado ha sufrido "años de maltrato y barbaridades" por parte de su padre. Mientras, el fiscal estimó que "hay poco margen de maniobra" tras la declaración de ayer en la que admitió el crimen.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 5 de octubre de 2010