Una pintura mural de más de 15 metros en 106 franjas verticales, sólo blanco y negro, enmarca la primera exposición individual en España del brasileño Iran do Espirito Santo (Mococa, 1963), al que la crítica glosa como relector de Marcel Duchamp y del pop art -considera a Andy Warhol un "artista conceptual intuitivo"- o posminimalista a secas. En Passant 6, como la llama el propio Espirito Santo, el degradado confluye en una de las esquinas de la galería compostelana SCQ. Otras versiones del mismo degradado enorme se han podido ver en Edimburgo, Nueva York o Roma, pero es la primera vez que confluye en la misma esquina.
Lo decidió en septiembre, tras visitar la sala con su equipo. El artista, con obra expuesta en el MoMA y en el San Francisco Museum of Modern Art -ya hizo el pabellón de Brasil para la Bienal de Venecia, en 2007, y hace un año para la Feria Mercosur-, adapta su obra al espacio disponible. "Con elementos muy simples es capaz de redefinir un espacio acotado y crear una escenografía casi barroca", destaca Adolfo Sobrino. El director de SCQ contactó con Iran do Espirito Santo por primera vez en Pontevedra, hace ya unos diez años, a través de su galerista, Marco Antonio Vilaça, uno de los mayores impulsores del arte brasileño actual en el extranjero.
La escenografía es un degradado de 15 metros en 106 franjas verticales
Con el mural dividiendo la galería, la exposición se completa con una serie de cinco esculturas de granito negro de Zimbabwe, de suelo y pared, donde sólo la luz, el acabado de la superficie y el lugar elegido para colocarlas ayudan a pensarlas en el contexto anterior a su creación. Acompañándolas, la serie de dibujos CRTN, con rotulador indeleble sobre papel, empiezan en negro intenso y terminan casi en blanco, a medida que se agota la tinta. Las líneas verticales, como evocando una impresión digital, crean la cortina negra que da título a toda la serie.
Es la serie de piezas realizadas con un collage de espejos (Twist) la creada específicamente en la galería. "Es como un juego de papiroflexia", apunta el montador de la muestra, Raúl Villalba, que tuvo que buscarse la vida en diferentes cristalerías de la ciudad. En Twist, Iran do Espirito Santo dispone los espejos directamente sobre la pared, combinando anverso y reverso, como si los espejos estuviesen doblados. En la galería recomiendan verlos "como wall drawings [dibujos en la pared]", más que como piezas portátiles por separado.
Apropiándose de objetos cotidianos y materiales industriales, Iran do Espirito Santo los estetiza en un camino que parte del pop -empezó haciendo dibujos publicitarios llenos de colorido- para acabar haciendo parte del recorrido inverso. "En Brasil nunca pudimos tener el mismo enfoque", según el mismo comentaba a la célebre exposición Andy Warhol, Mr. America. "No somos una sociedad excesivamente consumista", concluía.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 7 de octubre de 2010