El Gobierno japonés aprobó ayer el segundo plan de estímulo de esta legislatura por un valor de 5,05 billones de yenes (unos 44.000 millones de euros) para impulsar su economía, afectada por la fortaleza del yen y una persistente deflación.
El proyecto de impulso a las obras públicas y apoyo a las pequeñas empresas, que podría aportar seis décimas al PIB, se financiará mediante un aumento presupuestario que deberá ser autorizado por el Parlamento a final de mes.
El Gobierno acordó esta iniciativa en medio de la subida del yen frente al dólar, que el jueves cayó a su mínimo en 15 años frente a la moneda nipona, lo que perjudica a las grandes empresas exportadoras japonesas.
El dólar retrocedió al nivel del pasado 15 de septiembre, cuando las autoridades monetarias intervinieron en el mercado de divisas para frenar la subida del yen. Además, el Banco de Japón rebajó los tipos de interés este martes hasta dejarlos en cero para contrarrestar la deflación y apuntalar la recuperación económica, lo que de momento no ha logrado frenar la apreciación del yen.
El primer ministro, Naoto Kan, decidió a finales del pasado septiembre elaborar un plan de estímulo financiado sin emitir bonos, para no aumentar la ya exorbitante deuda pública de Japón, la mayor de entre los países desarrollados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 9 de octubre de 2010