Impera, en primer lugar, un sentimiento de gratitud desde el espectador y, desde luego, desde este crítico. En 15 años Xavier Güell con la ayuda de Rebeca Largo y Raúl Arbeloa han posibilitado que Madrid, desde una organización privada, tenga una programación contemporánea a la altura del tiempo en que vivimos. Y así los madrileños -los españoles- han tenido acceso a Prometeo, de Luigi Nono; Neither, de Morton Feldman, o a La cerillera, de Helmuth Lachenmann, al lado de ciclos dedicados a Scelsi o Ustvólskaya o a conciertos monográficos en torno a Sciarrino, Harvey, Ligeti, Gubaidulina o Xenakis, sin olvidar a esa generación española de los Camarero, Sánchez-Verdú, Posadas, Mendoza, Sotelo y tantos otros. Con todo ello nos hemos enriquecido musicalmente. Los organizadores han arriesgado lo suyo. Para beneficio de la sociedad y de la cultura.
CONCIERTO XV ANIVERSARIO
Orquesta Nacional de España. Director: Peter Rundel. Con Yukiko Sugawara, Milagros Poblador y Arcángel. Obras de Mauricio Sotelo y Helmut Lachenmann. 15 años de musicadhoy. Con la colaboración de EL PAÍS. Auditorio Nacional, 9 de octubre.
El concierto aniversario ha reunido obras de Lachenmann y Sotelo. Un acierto. La línea Nono-Lachenmann es el foco de inspiración fundamental de Sotelo. A ello une el compositor madrileño la influencia del flamenco, en un intento de integración, o de convivencia, que algunos llaman espectral, aunque les confieso que no sé muy bien por qué. En Arde el alba, estrenada hace año y medio, Sotelo cuenta con una soprano de corte clásico y un cantaor que a ritmo de bulerías o granaínas, pongamos por caso, va imponiendo un discurso melódico lleno de sugerencias en correspondencia con los ecos de la soprano y con la integración de una orquesta llamada a elevar la riqueza conceptual, tímbrica y armónica desde el acompañamiento instrumental. Arcángel está sublime en su cometido y Milagros Poblador no se queda atrás. Lachenmann estaba realmente sorprendido de esta música tan "diferente", en sus propias palabras, a todo lo que se está haciendo en la actualidad por esos mundos.
De Helmuth Lachenmann se estrenó en España Ausklang, una obra de unos 50 minutos, compuesta en 1984-85, alrededor de todas las posibilidades del piano, tanto en la exploración de sus sonoridades más ocultas como en el diálogo de esos sonidos con una orquesta que se multiplica a cada momento en una orgía de fantasía tímbrica realmente deslumbrante. Yukiko Sugawara es una pianista de enorme experiencia en este repertorio y sabe perfectamente lo que se trae entre manos. Ni una indecisión, ni un fallo. La ONE respondió con una entrega y una profesionalidad a la altura de las circunstancias. El concierto fue magnífico y sirvió para ratificar la mayoría de edad de musicadhoy, una organización sencillamente ejemplar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 11 de octubre de 2010