Lunes laborable y miles de madrileños renuncian a acudir a sus puestos de trabajo. No se trata de otra huelga convocada por los sindicatos. Es el día festivo, no oficial, que muchos trabajadores se tomaron ayer para enlazar el fin de semana con la fiesta nacional del 12 de octubre. Los colegios sí tenían fiesta. Así que las calles se llenaron de niños y se vaciaron de ejecutivos encorbatados (como se aprecia en la imagen). La Castellana se maquillaba para el desfile militar. Los que laboraron, lo hicieron sin agobios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de octubre de 2010