La fuga de fuel registrada el lunes en el puerto de Tarragona por un incidente en la refinería de Asesa, empresa participada al 50% por Repsol y Cepsa, costó a los contribuyentes entre 145.000 y 150.000 euros. Es la cantidad que gastó la Subdelegación del Gobierno para limpiar y contener el vertido, según cálculos de la Capitanía Marítima de Tarragona. Las tareas involucraron a dos vehículos aéreos y 11 embarcaciones.
La cifra no incluye el coste medioambiental y se incluirá en el expediente abierto por Capitanía, que exigirá esta cuantía a la empresa si los análisis ratifican el origen del vertido. Asesa asume la menor de las dos manchas detectadas, de 14 hectáreas y acotada a las aguas del puerto, pero no la mayor, que afectó a unas 160 hectáreas en mar abierto. La Agencia Catalana del Agua atribuyó todo el vertido a Asesa y el delegado de la Generalitat en Tarragona, Xavier Sabaté, ha reclamado sanciones ejemplares para la compañía por no asumir su culpabilidad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de octubre de 2010