La Sagrada Familia tiene a sus pies un tercer túnel: el del AVE (más los dos del metro que ya había). Pese a los miedos de sus gestores, la tuneladora ha superado las manzanas ocupadas por el templo y alcanzado la calle de Sicília sin problemas. Ayer lo comprobaron bajo el terreno el ministro de Fomento, José Blanco, y el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu. Ambos visitaron las obras del túnel que unirá las estaciones del AVE de Sants y la Sagrera. Blanco aseguró que en 2012 la alta velocidad llegará a Francia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de octubre de 2010