El Gobierno ferrolano tapiará todas las puertas y ventanas de las viviendas vacías de Recimil para evitar su ocupación ilegal. La presencia policial en esta barriada, con más de mil pisos de titularidad municipal, se reforzará con la Policía Nacional y Local. Así lo acordó ayer la última Junta Local de Seguridad. Con esta medida, el Ayuntamiento pretende dar respuesta a las quejas de los vecinos de la zona, conocida como las casas baratas, que denunciaron menudeo de drogas y hurtos. Las ocupaciones ilegales en Recimil aumentaron a partir del desmantelamiento del poblado de Penamoa, en A Coruña.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de octubre de 2010