Podemos discutir si algunos de los nuevos ministros serán galgos que sustituyen a otros que más bien fueron podencos. Pero, aparte de alimentar tertulias y palabras para discretos articulistas, ¿qué va a suponer el nuevo Gobierno?
¿Va Zapatero a derogar el decreto de la reforma laboral, va a impulsar una política fiscal progresista (impuestos a los que más tienen)? ¿Va a luchar contra la injusta lacra del fraude? ¿Va a consensuar con la izquierda las principales actuaciones o va a seguir utilizando su futuro personal como moneda de cambio con partidos que encima de nacionalistas son, además, de derechas?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de octubre de 2010