Hace pocos días, Felip Puig, mano derecha del candidato de Convergència i Unió (CiU) a la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, hacía unas declaraciones manifestando que si gobiernan después de las elecciones del 28 de noviembre, extenderán y ampliarán el modelo de conciertos a centros privados en las escuelas, a otros sectores como el sanitario, asistencia social, universidades... Felip Puig decía también que en los últimos años todas estas actividades han experimentado una "inflación" del sector público.
Es decir, CiU parece seguir el camino marcado por la nueva líder de la derecha española, Esperanza Aguirre, admiradora como ha dicho hace poco del Tea Party -menos Estado, menos impuestos, más patriotismo (lo que traducido significa: más desigualdad, menos políticas sociales, más xenofobia y racismo)- en sus políticas de privatizaciones.
Queda claro pues con quién pactaría CiU para gobernar Cataluña. Parece que resulta moderno hablar de reducir el número de funcionarios, pero en Europa los países con mayor porcentaje de trabajadores públicos son Noruega, Suecia, Dinamarca, Francia, Holanda, Bélgica... y con menos, Rumanía, Bulgaria o Grecia. ¿Hacia dónde quiere ir CiU?
Muchos temíamos que si CiU volvía a gobernar Cataluña volverían las políticas de los años de Jordi Pujol. Hoy sabemos que será peor, mucho peor.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de octubre de 2010