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El cuadro dañado en el Guggenheim sigue en Bilbao a la espera de que el Städel decida

La pintura Booz recibe la herencia de Elimelec, de Jan Victors, dañada por un visitante que realizó una incisión en el lienzo con una navaja el pasado viernes, permanecerá en el Museo Guggenheim a la espera de que su propietario, el Museo Städel de Francfort, decida dónde se somete al proceso de restauración. El atacante, inmovilizado por los servicios de seguridad de la pinacoteca y posteriormente detenido por la Ertzaintza, fue puesto en libertad el mismo viernes, al término de las diligencias policiales. El Guggenheim ha interpuesto una denuncia por los hechos.

El cuadro dañado formaba parte de la exposición de pintura holandesa y flamenca del siglo XVII procedente de la colección del Städel. La obra sufrió una incisión de tres centímetros y seis rasguños en la capa de pintura al ser atacado con una navaja de pequeñas dimensiones por un joven que se identificó como "estudiante de Bellas Artes".

El cuadro fue inmediatamente retirado de la exposición y sometido en el departamento de conservación del Guggenheim a un tratamiento de estabilización. Los restauradores que analizaron su situación consideran que el daño sufrido es "menor y reparable" y que, una vez finalizado el proceso, no será visible. Los testigos apuntaron que el agresor se encontraba alterado y al ser inmovilizado por los empleados profirió frases inconexas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 26 de octubre de 2010