Al menos 108 personas han muerto y 502 permanecen desaparecidas como consecuencia del tsunami provocado por el terremoto que el lunes sacudió el oeste de Sumatra y que arrasó varias islas del archipiélago de Mentawai.
Un fuerte seísmo, con una magnitud de 7,5 grados en la escala de Richter, se registró a última hora del lunes a 78 kilómetros de Pagai Sur, en las Mentawai. El temblor desencadenó un maremoto cuyas olas penetraron hasta 600 metros hacia el interior de algunas de las islas. "Hay personas que han contado que no pudieron mantener a sus hijos en sus brazos, que fueron arrastrados [por el agua]", explicó el responsable de gestión de desastres de Sumatra Occidental, Ede Edward.
Mientras tanto, la erupción del volcán Merapi, en la vecina isla de Java, ha obligado a huir a miles de personas que viven en las inmediaciones por temor a la gigantesca nube de humo y cenizas que se cierne sobre la zona. Al menos 16 personas han muerto y otras 13 han resultado heridas a causa de la erupción. Un bebé de tres meses figura entre los fallecidos, por asfixia. Los cuerpos de las otras 15 víctimas mortales fueron encontrados calcinados.
Entrada la noche en Java, militares, agentes policiales y funcionarios civiles cubiertos con mascarilla blanca continuaban con el traslado de los evacuados en camiones del Ejército y furgonetas.
El Gobierno comenzó el lunes a evacuar unas 40.000 personas para establecer un radio de seguridad de diez kilómetros en torno al cráter de la montaña, que se eleva 2.914 metros sobre el nivel del mar.
Los vulcanólogos habían advertido de que la presión en el interior del volcán había alcanzado un nivel peligroso y que se produciría una gran explosión si no se liberaba de forma gradual.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 27 de octubre de 2010