Resulta que en Suiza, que es el paraíso fiscal teóricamente más transparente que existe -lo que hay que decir-, hay tanto dinero negro que nunca lo sabremos.
Gracias a que un ex empleado bancario filtró datos de miles de cuentas que contenían, en lo referente a España, unos 6.000 millones de euros. Si hay más dinero parece ser que nunca lo sabremos porque parece que a Hacienda se le escapan los millones en sus narices. Eso sí, rápidamente Hacienda mandó una carta a los olvidadizos millonarios, carta que estos ignoraron como es menester. Posteriormente, Hacienda les amenazó con inspecciones y ya, algunos, se han puesto al día en el pago y de ahí los 200 millones.
Por tanto, nosotros, sufridos contribuyentes controlados hasta la náusea, estamos en un sistema económico de inspección que permite, en el año del Señor 2010, que existan paraísos fiscales en pleno centro de Europa, que se evadan miles de millones de euros y que solo se descubra una ínfima parte del pastel por la denuncia de un empleado bancario en paro.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 28 de octubre de 2010