Una mujer de 21 años y un hombre de 80 murieron ayer en Lalín (Pontevedra) tras incendiarse la casa en la que vivían junto a otras cuatro personas. Los padres de la mujer fueron sorprendidos por la Guardia Civil cuando intentaban arrojarse a una fosa séptica. Según fuentes de la investigación, confesaron que habían golpeado a su hija en el cráneo e incendiado la casa y que después se arrojaron a la fosa con la intención de suicidarse.
Las mismas fuentes apuntan a los "graves problemas económicos" de la familia como detonante de los hechos. Los vecinos vieron las llamas salir de la casa de dos pisos, en torno a las ocho de la mañana. Unos voluntarios de Protección Civil fueron los primeros en llegar y sacar de la casa a los otros dos supervivientes, la abuela y un tío de la mujer fallecida. El anciano de 80 años que murió en el incendio llevaba décadas trabajando para la familia, y su cadáver no presentaba marcas de violencia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 30 de octubre de 2010