En estos tiempos de cambios en la que está inmersa la justicia, jueces y fiscales gallegos inician el año judicial con "expectativas e incertidumbres" pero también con demandas concretas: medios tecnológicos, una ley gallega que regule la mediación extrajudicial y centros para menores delincuentes. "Hay una necesidad inaplazable de cambios", destacó el presidente del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, Miguel Ángel Cadenas.
Y las reformas ya en marcha con la nueva planta judicial y la demarcación "reclama imperativamente una innovación, una readaptación tecnológica so pena de alcanzarse una situación de ineficacia o parálisis funcional", reclamó ayer ante las autoridades gallegas congregadas para la apertura oficial del año judicial. Mientras Cadenas circunscribió su discurso a una reflexión filosófica sobre las inquietudes e interrogantes de los cambios en la Administración judicial, el fiscal superior de Galicia, Carlos Varela, incidió en demandas concretas y "urgentes" para ayudar a resolver "el deficiente modelo organizativo y de gestión" que padecen los saturados órganos judiciales de la comunidad autónoma.
Urge, reclamó de nuevo Varela, una ley gallega de mediación, una vía para solucionar conflictos alternativa al sistema judicial tradicional -una sentencia sin acuerdo entre las partes- que ya se está ensayando con éxito en Santiago y pronto se extenderá a Ourense y A Coruña. "En época de crisis económica, la opción de mediación intrajudicial que se realiza no fuera sino a la sombra de un tribunal es una decisión que, además de permitir el ahorro de recursos, debe formar parte de la política de Estado, especialmente cuando Xunta y ministerio están inmersos en un proceso de modernización de la justicia", subrayó Varela.
Urgente es también la necesidad de crear en Galicia centros para diagnóstico y tratamiento de menores que padecen trastornos de comportamiento que originan sucesos violentos en el ámbito familiar, reclamó la fiscalía. Y en el ámbito de la justicia infantil, agregó, también se debería potenciar los equipos de mediación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 30 de octubre de 2010