Tiene algo especial ese recibidor del teatro Lara en el que se hacen sesiones golfas de espectáculos intimistas (sábados y domingos a las 21.00). Por allí han desfilado montajes tan excepcionales como Trío en mí bemol de Eric Rohmer, Las rosas de papel. Conversaciones con Jaime Gil de Biedma, de Pep Munné, o La función por hacer, de Miguel del Arco y Aitor Tejada.
Ahora llega otra pequeña joya, Ni con el pétalo de una rosa. Pequeña porque se trata de una producción, como las mencionadas anteriormente, sin grandes ambiciones, sin apenas medios, solo puesta en pie a base de talento y de trabajo, el del director Juanfra Rodríguez y los actores Nieve de Medina, Arantxa Aranguren, Rafael Rojas y Marta Poveda.
La obra supone el debut de la actriz Nieve de Medina (sí, la de Los lunes al sol) como autora teatral. Y sorprende. Porque se ha adentrado en el difícil asunto de la violencia de género sin paternalismos, sin lacrimeos, sin llevarnos al territorio de los lugares comunes. De Medina aborda el asunto con profundidad, sensibilidad e inteligencia, tanta que deja espacio para el humor con el que despresurizar la tensión que logra el magnífico elenco.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 31 de octubre de 2010