Alemania llamó ayer a un endurecimiento coordinado de las normas de seguridad en el transporte aéreo de mercancías, después de que dos bombas, destinadas a EE UU, fueran descubiertas en sendos aviones de carga procedentes de Yemen. El Gobierno alemán pretende que las nuevas medidas para reforzar el control aéreo sean impulsadas a nivel europeo, en colaboración con EE UU.
Por lo pronto, varios países de la UE ya han empezado a revisar sus protocolos. El primer ministro británico, David Cameron, discute con su comité de emergencia nuevos controles en el transporte de carga, y ya ha suspendido todas las conexiones aéreas con Yemen y Somalia. Lo mismo han hecho Alemania e Italia.
Mientras, se van conociendo nuevos detalles de esta nueva trama terrorista, obra de Al Qaeda en la península Arábiga, que ha encontrado en Yemen un auténtico bastión. Según funcionarios británicos citados por la BBC, el soplo que permitió abortar el compló procede de Jabr al Faifi, un arrepentido de Al Qaeda que estuvo detenido en Guantánamo y que se había reincorporado al grupo terrorista en Yemen.
Se ha sabido, además, que el centro judío de Chicago al que iban dirigidos los paquetes bomba albergaba una escuela y una sinagoga para la comunidad homosexual. No obstante, los investigadores estadounidenses y británicos creen que el plan era que los explosivos estallaran en vuelo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 2 de noviembre de 2010