A través de su portavoz parlamentario, el PSdeG recordó ayer que el fin del blindaje para el suelo rústico agrícola o forestal que permite ahora instalar industrias se conoció cuando los socialistas "sacaron a la luz" la modificación de la Lei do Solo que la Xunta pretendía colar "por la puerta de atrás" en medio de la ley de acompañamiento de los Presupuestos. Xaquín Fernández Leiceaga argumentó que fruto de esa fiscalización es la marcha atrás que la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas pretende llevar a cabo con el resto de categorías restantes. El portavoz socialista deslizó la idea de que más que un error de redacción fue la voluntad política del PP la que dejaba sin protección seis de los ocho tipos de suelo rústico, además de reducir el blindaje de otros dos. Por si acaso, advirtió al Gobierno gallego y a los populares que su partido "no va a colaborar en la desprotección del territorio".
En la misma línea, su homólogo en el BNG, Carlos Aymerich, alegó que, con Agustín Hernández al frente de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, "está el zorro al cuidado de las gallinas". "Nosotros ya advertimos de ese riesgo y la Xunta todo lo que ha hecho es desproteger el territorio y eliminar las cautelas y salvaguardas del Gobierno anterior".
El portavoz nacionalista se preguntó también quién habrá comprado esas fincas en suelos agropecuarios o forestales susceptibles de ser recalificadas para albergar industrias. "Seguro que no es nadie del PP, ni próximo", ironizó. También lamentó que fruto de otra decisión del Gobierno gallego sean ahora los Ayuntamientos los que deciden sobre la protección del patrimonio. "Por eso en Oia se arrasan petroglifos para poner plantaciones de kiwis", ejemplificó.
La organización ecologista Adega, antes de que se conociera la rectificación de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, acusó a la Xunta de "dinamitar" la protección de parajes de especial interés para permitir que proliferen proyectos sectoriales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 3 de noviembre de 2010