El PNV ha abierto otro frente con el Gobierno vasco en una materia delicada. Su parlamentaria vasca Leire Corrales dejó caer ayer la duda de si la política lingüística del Ejecutivo de Patxi López responde a la "inoperancia, a la torpeza, a la holgazanería, al odio hacia el euskera o a una mezcolanza de todas". A buen seguro, en el acto organizado para hoy por el PSE para explicar la política lingüística, José Antonio Pastor aprovechará la ocasión para resolver las dudas del PNV.
Corrales, junto a la también parlamentaria jeltzale Garbiñe Mendizabal, lamentó que el actual Gobierno vasco esté aplicando una política del "cangrejo", dando marcha atrás a medidas y actuaciones puestas en marcha por anteriores gobiernos. Corrales criticó, por ejemplo, la reducción de la financiación de los euskaltegis públicos en más de un 12% o de los privados en casi un 3%, el recorte de las ayudas a las ikastolas del País Vasco francés y la "liquidación" de la partida para las de Navarra.
Desde el PNV también se denunció la "paralización" del decreto de los derechos lingüísticos de los consumidores o el incumplimiento del compromiso de revisar el plan general de promoción del uso del euskera. Mendizabal, por su parte, dijo que con la decisión de no sancionar a los comercios que no cumplan con lo establecido en el citado decreto, el Gobierno vasco ha demostrado su "política frentista".
Frente a esta política lingüística, el PNV apuesta por otra "no neutral", que no deje resquicios al principio laissez faire (dejad hacer) en torno al euskera.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 3 de noviembre de 2010