Paco Roca, premio nacional del Cómic 2008, ha dibujado un toro mártir, a dos patas y atado de manos pero digno. Y a su alrededor escenas taurinas en dos vertientes: por un lado, el recorrido del bóvido por la plaza en forma de reglado tormento hasta que culmina en la mesa en forma de ración de rabo de toro, y por otro, toda la iconografía que convierte a este espectáculo en la "fiesta nacional", incluidos el anuncio de Osborne, Hemingway, la Gardner y hasta un llaverito typical.
Se trata de uno de los 50 carteles que ilustran las paredes de la exposición ¡Vivan los toros!, una muestra inaugurada ayer en la histórica sede de La Nau de la Universitat de València y que pretende ser una invitación a la reflexión sobre el emblemático animal y sobre la pertinencia de las corridas, en un tiempo de agrias disputas políticas por el tema. En la muestra, que cuenta con un enorme toro disecado, han colaborado también la Politécnica de Valencia, la Jaume I de Castellón y la Asociación de Diseñadores de la Comunidad Valenciana.
Así, Sandra Figuerola pone el acento en las huellas sangrientas de un matador sobre el albero de la plaza. Igual o más impactante es el cartel de Raquel Aparicio, con unas piernas enfundadas en las medias rosas de un torero colgando y un taburete tumbado en el suelo. Más alegre, Daniel Nebot, que fuera integrante del mítico colectivo La Nave, ilustra una icónica cabeza de toro con flores de colores y se limita a proclamar "¡que vivan!".
El director del proyecto, Boke Bazán, que en su cartel pinta la palabra Spain en un rojo sangre, explicó ayer cómo surgió la iniciativa: "Los creadores visuales, hablando entre nosotros, nos damos cuenta de que a la mayoría no nos gustan las corridas", aunque matiza que no son prohibicionistas.
Se trata de invitar a la reflexión al visitante. Y por eso los hay de todos los estilos. El historietista Miguel Calatayud, tres veces ganador del premio nacional de Ilustración, llena su cartel de caras, y el toro solo cobra presencia en una esquina, casi como dando a entender que lo de menos en esta fiesta es el astado. Alberto Corazón, integrante de la Real Academia de San Fernando, inunda una lámina en forma de naipe con los "instrumentos de torear", a cual más peligroso. Alexis Rom llena su trabajo de toros y vacas en plácida cópula bajo el lema "¡Hacer el amor mola!". Y Pep Montserrat muestra una de las imágenes más contundentes: un toro vestido de torero con una oreja humana en la mano que dice: "¡A la próxima, el rabo!".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de noviembre de 2010