El partido, los fantasmas y las dudas se acabaron en el segundo cuarto. El Roma anotó seis puntos. El Madrid, 26. "¡Están mal, discuten entre ellos!", animaba Sergio Rodríguez, destacado (9 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias), en un tiempo muerto. "Es verdad, están nerviosos, tenemos que mantener la calma", le secundaba Ettore Messina, su técnico, que vio cómo el equipo reaccionaba a la derrota de Liga ante el Alicante; cómo los suyos juntaban un buen puñado de defensas agresivas, dignas de la Euroliga; y, sobre todo, cómo el Roma se ahogaba en un ataque desdibujado, horrorosa la circulación, malísimas las decisiones, sonrojado Matteo Boniciolli, el técnico italiano. "¡No estamos entrenando, estamos jugando un partido!", gritaba frente al festival de pases a la grada (56-74).
VIRTUS ROMA 56- REAL MADRID 74
Virtus Roma: Giachetti (0), Smith (3), Djedovic (13), Heytvelt (5) y Crosariol (5) -equipo inicial-; Washington (0), Vitali (7), Dasic (9), Toure (2) y Traore (12).
Madrid: Rodríguez (9), Llull (2), Suárez (9), Reyes (8) y Tomic (12) -equipo inicial-; Fisher (0), Tucker (12), Vidal (4), Velickovic (8), Garbajosa (4), Mirotic (0) y Fischer (6).
Palalottomatica: 4.273 espectadores
Messina llegó a Roma sintiéndose discutido. "Sobre mi futuro, digo que si se piensa que soy capaz, seguimos, y que si no, alguien me lo dirá. Aquí hay millones de Bartalis, pero intento hacer de Coppi, callarme y trabajar". Habló Messina de mitos del ciclismo italiano, de montañas épicas, y salió al partido encomendándose a un quinteto guerrero: Rodríguez, Llull, Suárez, Reyes y Tomic. Cuatro españoles de inicio para asegurar la intensidad defensiva. Esos hombres se encontraron con dos viejos conocidos y un nombre que ya habían escuchado. Los ex madridistas Charles Smith y Vladimir Dasic pasaron de puntillas por el partido. Djedovic, cedido por el Barcelona, confirmó su carácter de gran proyecto hasta que Velickovic se encargó de secarle. El método fue tan viejo como su deporte. El serbio frenó al bosnio atacándole. Fue salir Velickovic y comenzar a percutir en el poste bajo, hasta que Djedovic, empequeñecido, dejó de pesar en el encuentro.
El Madrid, un equipo joven, con el carácter siempre a prueba, recondujo así su camino en Europa: con dos victorias y una derrota, iguala con Virtus, Olimpiacos y Brose al frente del Grupo B. Al mismo tiempo, un equipo turco asaltaba el Palau: Barcelona, 61; Fenerbahçe Ulker, 69. Primera derrota blaugrana en la Euroliga, que deja a los de Xavi Pascual terceros del Grupo C.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de noviembre de 2010