Esta semana, Almudena Grandes escribía en este diario una preciosa y dramática (como la situación de la izquierda) columna donde citaba a una sindicalista argentina que en la época del corralito gritaba: "Más promesas y menos realidad". Es un grito desesperado, dramático y a la vez inteligente y entrañable por lo que conlleva de realismo y de utopía.
Y es que, en los tiempos que estamos, necesitamos muchas dosis de utopía, de creer lo que va en contra de toda lógica (capitalista) y poner mucha fe y poner esperanza y encontrar al dirigente valiente que esté tan harto como nosotros y diga basta y se atreva a proclamar y plasmar ese "otro mundo posible". Solo hace falta canalizar toda esa energía que flota por todas partes y que traducida significa: "Estamos hartos y cansados, pero no dispuestos a sucumbir ante el terrible destino que nos han trazado ya".
Gracias, Almudena. Yo me apunto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 6 de noviembre de 2010