Leo con inquietud que Mariano Rajoy plantea derogar la ley que permite el matrimonio homosexual y la nueva ley del aborto en cuanto lleguen al poder. Además, está claro por lo oído en las filas de su partido que cerrarán la Secretaría de Igualdad (antes Ministerio) y crearán el Ministerio de Familia. Los cavernícolas siguen enseñando la patita por debajo de la puerta que creen franca.
Creo que con estas medidas lo único que se va a conseguir es un retroceso en las libertades de los españoles. ¿Debemos permitir que un partido de corruptos confesos y servidores de un meta-Estado misógino, homófobo e incapaz de solucionar un grave problema de pederastia entre sus miembros, nos dé lecciones de lo que es bueno o malo para los ciudadanos? No, señor Rajoy, de usted ya no nos sirve la opinión que pueda tener acerca de nada que incumba a nuestras libertades.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 6 de noviembre de 2010