La polémica urbanística de Lezama motivó ayer de nuevo las críticas del PSE. El grupo municipal socialista insistió en que la alcaldesa, la peneuvista Alaitz Etxeandia, ha beneficiado a su familia con el proyecto urbanístico de Txupetxa, un solar que fue recalificado ocho meses después de que la familia Etxeandia cerrase la venta de los terrenos con dos constructoras por seis millones de euros, que luego se rebajaron a 5,5.
El caso, que fue investigado de oficio por la fiscalía y archivado al estimar que la alcaldesa no cometió prevaricación, fue calificado ayer por el PSE como un "escándalo urbanístico". Su portavoz, Dolores Fernández, apuntó que el archivo por la fiscalía no significa que "no haya irregularidades políticas y moralmente rechazables". "No es aceptable que se aproveche de su cargo para beneficiar a personas allegadas", incidió.
Rechazó cualquier "linchamiento público" de la alcaldesa y se preguntó si es correcto que los Etxeandia no paguen las obras previas exigidas por la Dirección de Aguas en el solar. Ante las medidas correctoras para urbanizar los terrenos, el Ayuntamiento pidió que parte de esos trabajos previos no los sufragasen los propietarios, lo que fue aceptado por Aguas.
El cosnsitorio ha aprobado el plan especial de Txupetxa, el único que ha desarrollado de su planteamiento urbanístico, que se encuentra anulado desde hace un año por el Superior.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 6 de noviembre de 2010