Tiene trabajo Esteban Vigo con la ONU del Hércules. Por ejemplo, controlar las jugadas a balón parado. Los tres goles de Osasuna llegaron por el mismo camino, aunque por vericuetos diferentes. El primero fue una desconexión entre Peña y Calatayud que por poco no es autogol, pero que fue gol al ejecutar Monreal la cesión que sancionó el árbitro. El segundo fue clamoroso: un central, Lolo, cabecea una falta lanzada por Puñal en el segundo palo. Lolo no es precisamente un tipo que pase inadvertido. Casi ningún central pasa inadvertido. El tercero lo marca Vadocz desde el suelo en otra acción a balón parado. Definitivamente, el Hércules nunca estuvo en el partido. Nunca estuvo Trezeguet, muy poquito Drenthe y apenas algo Cristian, cuando salió en la segunda mitad.
OSASUNA 3 - HÉRCULES 0
Osasuna: Ricardo; Damiá, Lolo, M. Flaño, Monreal; Puñal, Nekounam; Juanfran, Soriano (Vadocz, m. 82), Masoud (Calleja, m. 86); y Aranda (Sola, m.91). No utilizados: Riesgo; Lekic, Nelson, Josetxo y Oier.
Hércules: Calatayud; Juanra, Pamarot, Rodríguez, Peña; Fritzler, Abel Aguilar (Thomert, m. 65); Kiko Femenia (Portillo, m. 86), Tiago Gomes (Cristian, m. 65), Drenthe; y Trezeguet. No utilizados: Velthuizen; Alba, Pulhac y Rufete.
Goles: 1-0. M. 40. Monreal. 2-0. M. 56. Lolo. 3-0. M. 91. Vadocz.
Árbitro: Rubinos Pérez. Amonestó a Masoud, Rodríguez, Pamarot, Fritzler y Peña.
14.130 espectadores en el Reyno de Navarra. Los jugadores de Osasuna homenajearon a su compañero Rúper, lesionado de gravedad.
Osasuna estuvo de principio a fin, bien comandado por Puñal y Nekounam, adictos al trabajo gris; por Aranda, un delantero impagable, aunque no meta goles, y, sobre todo, por Juanfran, uno de esos pocos tipos que son capaces de dirigir a su equipo desde un costado del campo. La tarde que le dio a Peña, el capitán del Hércules, no la olvidará en mucho tiempo. El Flaco fue decisivo en Osasuna. Le dio superioridad, capacidad, como Nekounam le dio la tranquilidad para no desbocarse. Los goles los metieron otros, pero sobre ambos se construyó el triunfo de Osasuna ante uno de sus rivales, poco hecho, eso sí; demasiado acobardado. Un balón al larguero frente a tres goles es poco bagaje.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 8 de noviembre de 2010