Las palabras que dirigió ayer el presidente de la Cámara de los Diputados de Italia, Gianfranco Fini, al primer ministro, Silvio Berlusconi, tenían sabor a ultimátum: "Berlusconi tiene que dimitir por el bien de Italia, declarar la crisis oficial de su Gobierno y abrir una nueva fase. Si no da este paso, nuestros hombres no van a quedarse ni un minuto más en el Gabinete".
El discurso pronunciado por Fini en Perugia durante la convención de su nuevo grupo político, Futuro y Libertad, supone un paso más en la guerra fría que enfrenta al presidente del Ejecutivo italiano con el de la Cámara baja del Parlamento.
Berlusconi reclamó el jueves a Fini que dijera si apoya o no al Gobierno. La escisión se produjo el pasado 30 de julio cuando Berlusconi expulsó a Fini de su formación, Pueblo de la Libertad. Hasta entonces, la coalición contaba con 344 diputados en una Cámara de 630. De ellos, unos 35 son leales a Fini.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 8 de noviembre de 2010