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Reportaje:

Colas después del Papa

Aumenta el número de visitantes a la Sagrada Familia al día siguiente de la consagración del templo

La resaca de la visita del Papa dejó una imagen curiosa para esta época del año. Mientras el barrio volvía a la normalidad después de las restricciones por la ceremonia, ayer antes del mediodía unas 450 personas esperaban con paciencia para entrar a la nueva basílica de la Sagrada Familia. A pesar del frío y el día gris, la cola rodeaba la manzana y llegaba hasta la fachada del Nacimiento.

Los empleados de las tiendas de souvernirs ubicadas cerca de la iglesia, que conocen a perfección la afluencia, certificaron el aumento de visitas. "Un lunes, a esta hora no habría cola", explicó la dependienta de Muayo, uno de dichos almacenes. El patronato del templo no reveló cifras, pero calificó el incremento de "considerable".

El tirón en las visitas no es el segundo milagro de Antoni Gaudí ni un efecto automático de la transmisión televisiva de la ceremonia. Los que hacían cola eran, en su mayoría, turistas extranjeros que visitaban ayer el templo porque no habían podido hacerlo el sábado por la tarde ni el domingo. Algunos otros, como Valentina Pumio, una peregrina italiana de 24 años, vino a la ceremonia del domingo y ahora quería ver el templo.

Mientras empacaba un par de dedales con la imagen de Benedicto XVI, Lino Votano, otro de los comerciantes de la zona, explicó que las ventas se habían animado más que el domingo. "Esperemos que a largo plazo los resultados se vean", zanjó. Según la empresa de seguimiento de medios Kantar Media, el viaje del Papa a España tuvo un impacto publicitario de 66,5 millones de euros.

La llegada de más turistas en el futuro inquieta a los vecinos. El presidente de la asociación de vecinos de la Sagrada Família, Joan Balañach, denuncia que hay dificultades de convivencia, sobre todo con los autocares. "Se ha expulsado el comercio de barrio para dar más espacio al parque temático", se quejó y emplazó al Ayuntamiento a realizar un nuevo estudio sobre el impacto.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de noviembre de 2010