Dominique de Villepin, ex primer ministro de Francia con Jacques Chirac, de centro-derecha, ha revolucionado el ambiente político francés al afirmar, el domingo, que Nicolas Sarkozy (también de centro-derecha) "es uno de los problemas de Francia". Y añadió: "Ya es hora de que se acabe este paréntesis político que empezó en 2007" (año en que Sarkozy llegó a la presidencia).
Las declaraciones de Villepin, enemigo personal y político de Sarkozy y que en junio creó su propio partido, han sorprendido por explícitas. Y la inmensa mayoría de los diputados, ministros y senadores del centro-derecha las han criticado. Hasta el actual ministro de Defensa, Bruno Le Maire, antiguo villepinista, las ha calificado de "inaceptables". Jean-François Copé, portavoz en la Asamblea Nacional de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), el partido de Sarkozy que agrupa a toda la familia conservadora, resumió: "Ya es hora de que Villepin diga de qué lado está".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de noviembre de 2010