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El inicio del paro indefinido de Bilbobus se salda con tres vehículos atacados

La oposición pide a Azkuna que medie en un conflicto que ya dura dos semanas

El conflicto entre Veolia, la actual adjudicataria del servicio de Bilbobus, y sus trabajadores no acaba de encauzarse. La reunión mantenida el lunes entre ambas partes no dio frutos y tras dos jornadas puntuales de huelga, los empleados iniciaron ayer un paro indefinido que se saldó con tres autocares saboteados. A pesar de que la virulencia de las protestas ha ido decreciendo -el primer día 16 vehículos sufrieron daños y hubo un trabajador herido-, las demandas de los sindicatos aún se antojan desmesuradas para la multinacional francesa. La jornada se desarrolló "con normalidad", en opinión de la empresa, y los servicios mínimos establecidos por el Gobierno vasco, del 30% del total, se cumplieron. Veolia considera que el comité ha alargado las negociaciones con temas menores para que la presión empuje a la empresa a conceder una subida salarial "desmedida" y le reclama que acepte la prórroga del "excelente" convenio actual hasta el año que viene.

El alcalde no ve razones para dejar "sin autobús a 80.000 bilbaínos"

Por su parte, el presidente del comité de empresa, Pedro Angulo, manifestó su satisfacción por la respuesta de los trabajadores, ya que el apoyo al paro fue "total". Angulo afirmó que espera que la empresa y el Ayuntamiento de Bilbao "reflexionen" porque "quien ha concedido la concesión de Bilbobus a Veolia ha sido el Ayuntamiento y, por tanto, el Consistorio y la empresa deberán recapacitar", subrayó el representante del comité. Angulo recordó que ahora una de las principales diferencias entre patronal y sindicatos es la petición del comité de que se contraten más trabajadores para que la plantilla actual pueda disfrutar con libranzas de las 28.000 horas extras acumuladas cada año. "Pedimos que se puedan librar y se nos dice que no, que no hay dinero", se quejó Angulo.

Por otra parte, ante la rotura de las lunas de varios autobuses, el presidente del comité señaló que los trabajadores, que se manifestaron ayer por las calles de Bilbao, "no tienen nada que ver" porque estaban en las cocheras, "custodiados por la Ertzaintza".

Mientras tanto, la oposición reclamó al alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, que medie en el conflicto. Así el portavoz del PSE, Txema Oleaga, exigió al regidor y a su equipo "que se impliquen con imparcialidad para solucionar un conflicto que principalmente afecta a los ciudadanos". En esa misma línea, la portavoz popular, Cristina Ruiz, opinó que el alcalde "debe hacer menos declaraciones incendiarias y hacer más por la solución de la huelga desde la prudencia y el trabajo porque estamos hablando de un servicio municipal. Alguna responsabilidad tendrá el alcalde y su equipo de gobierno".

Por su parte, Azkuna arremetió en su perfil de Facebook contra Angulo, quien le pidió que se dedique a la política y "deje negociar" a los empleados después de que el alcalde dijera que las reclamaciones salariales del comité "no son de recibo". "Cuando no se tienen argumentos, se insulta al alcalde. Es lo que ha hecho el presidente del comité de Bilbobus. No hay razones objetivas para dejar sin autobús a 80.000 bilbaínos por un colectivo que no ha sufrido ningún recorte salarial ni de personal".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 10 de noviembre de 2010