Dos días antes de que empiece la campaña electoral, la Generalitat ha logrado arrancar al Gobierno 500 millones de euros que le adeudaba desde 2007. El consejero de Economía y Finanzas, Antoni Castells, y el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, acordaron que el Estado transfiera a Cataluña este dinero para hacer cumplir la Adicional Tercera del Estatuto, que hasta ahora no se había materializado y había ocasionado serias fricciones entre el Tripartito y el Gobierno central.
Esta disposición establece que el Estado invertirá en infraestructuras una cantidad equivalente al peso de la economía catalana en el conjunto de la española, es decir, alrededor del 18,8%. Si toda la obra proyectada no se ejecuta, se transferirá el equivalente en las liquidaciones. De este modo, Castells y Pedro Solbes, ex ministro de Economía, acordaron que Cataluña recibiría en las liquidaciones de 2007 el 18,8% de la obra no ejecutada en el conjunto de España. La transferencia, hasta ayer, seguía pendiente.
La Generalitat recibirá 335 millones de euros mediante una transferencia que destinará a financiar la línea 9 del Metro de Barcelona. Otros 165 millones de euros se destinarán a la ampliación de las inversiones previstas para Cataluña en los Presupuestos Generales del Estado de 2010.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de noviembre de 2010