La Comunidad Valenciana ha dejado de pertenecer al cada vez más pequeño grupo de autonomías que carecían de un plan de atención diseñado específicamente para atender a las personas en situación terminal.
Ayer, el consejero de Sanidad, Manuel Cervera, presentó el Plan Integral de Cuidados Paliativos 2010-2013, que pretende mejorar, entre otros aspectos, la extensión de estos cuidados por todo el territorio, identificar de forma precoz a los pacientes susceptibles de recibir esta atención o estandarizar las prácticas asistenciales.
El último documento relativo a la ordenación de estos cuidados fue el programa PALET (de atención al paciente anciano, de larga evolución y terminal) de 1995, ya desfasado. Desde entonces, han sido frecuentes los reproches desde las sociedades científicas por la falta de unidades suficientes y específicas en el territorio valenciano dedicadas a cubrir esta parcela asistencial.
El momento cumbre de las críticas coincidió con el desmantelamiento del hospital de la Malva-rosa en Valencia, que se cubrió con la apertura del Padre Jofre (un centro que, además de paliativos, atiende a crónicos).
Cervera comentó ayer que el objetivo del plan será proporcionar la atención "en el lugar que resulte más conveniente a cada persona", ya sea a través de los recursos de la atención primaria, la hospitalización convencional o en centros de crónicos y larga estancia. Con ello, se pretende "dar un salto cualitativo y cuantitativo en la atención integral, continua y activa de estos pacientes y sus familias". En la Comunidad Valenciana, unas 17.000 personas requieren estas atenciones al año, el 60% por procesos oncológicos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 12 de noviembre de 2010