La deuda pública irlandesa vivió ayer su mejor día en seis meses, después de que los ministros de Economía de los principales países europeos, entre ellos España, lanzasen desde la cumbre del G-20 en Seúl un mensaje para calmar a los mercados. En una declaración conjunta tras una reunión de emergencia, los ministros subrayaron que el debate sobre la hipotética participación privada en un rescate no afecta a la deuda en circulación ni al fondo de rescate ahora vigente.
El G-20 fue incapaz de llegar a un pacto sobre los desequilibrios cambiarios y comerciales y aplazó las medidas a 2011. También se retrasan las exigencias a la gran banca.
MÁS INFORMACIÓN
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 13 de noviembre de 2010