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El concierto con Povisa será determinante para las dimensiones del complejo público

Los recortes anunciados al nuevo hospital de Vigo -300 camas de las 1.400 iniciales, dotación para investigación- diluyen el carácter estratégico del proyecto originario comprometido y no se corresponde por sus prestaciones con los hospitales análogos de Santiago y A Coruña, según la Plataforma pola Defensa da Sanidade Pública, que aun vaticina mayores mermas. Cuando esté construido, según los planes conocidos del Sergas, el Hospital Povisa tendrá la condición de hospital general de adscripción voluntaria para los asegurados del sistema público, y esa libertad de elección inquieta. Pero la incógnita principal atañe a la función que a la postre jugará en el área sanitaria, determinante a su vez del papel y dimensiones del nuevo hospital.

Povisa es responsable ahora de la asistencia especializada de 143.000 cartillas. Las campañas del hospital sostienen que el 90% de sus pacientes actuales lo prefieren a los hospitales públicos. En O Morrazo, sin embargo, con su población adscrita al centro privado, han comenzado las movilizaciones para reclamar la libertad de elección ya, sin tener que esperar al nuevo hospital, argumentándolo con la duración de sus listas de espera -no se publican, pero desde hace años se padecen como las más largas de Galicia- y la no cobertura de algunas especialidades en su concierto con el Sergas.

Con este concierto a piques de acabar, el "espectáculo" de las negociaciones para su reedición -bajo amenaza de 1.200 despidos y vuelco al sistema público de las 143.000 cartillas asignadas- da pie a los defensores del sistema público para ilustrar el choque de intereses de la empresa privada con la prestación de un servicio público, "que previsiblemente se multiplicará con el funcionamiento del nuevo hospital bajo el modelo PFI".

El alcalde de Vigo, Abel Caballero, urge a la Xunta a conveniar con Povisa al tiempo que niega toda colaboración para la puesta en marcha del nuevo centro. "No se puede privatizar un hospital contra la opinión de una ciudad", dijo hace unos días. La agitación continúa.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 15 de noviembre de 2010