El juez que lleva el concurso de acreedores de Alfageme dictó ayer un auto para extinguir los más de cien contratos que todavía se mantenían en la conservera. Sin ofertas de compra a la vista, se acaba de este modo la historia de la conservera más antigua de España.
La plantilla de las fábricas de O Grove, Vilaxoán y Ribadumia, así como la veintena de personas del centro de Vigo, cobrarán una indemnización de 20 días por año trabajado con un tope de 12 mensualidades. La CIG no está de acuerdo y ya ha anunciado un recurso para intentar conseguir cantidades mayores.
Los primeros despidos se produjeron este año tras la denuncia de una parte de la plantilla, que todavía no ha cobrado. Los propietarios, la empresa promotora Promalar, controlada por la familia Lago, fueron apartados de la administración en la empresa, que ahora se ve abocada a la liquidación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de noviembre de 2010