Veolia, la empresa adjudicataria del servicio Bilbobus, denunció ayer ataques contra los coches privados de trabajadores que prestan los servicios mínimos en la huelga indefinida que mantiene la plantilla de la compañía en demanda de mejoras laborales desde el pasado 9 de noviembre.
Fuentes de la compañía detallaron que varios desconocidos pincharon las ruedas, rompieron las lunas y rociaron con pintura la carrocería de los turismos de trabajadores asignados a los servicios mínimos. Veolia también detalló nuevos casos de sabotajes contra tres autocares, que sufrieron la rotura de hasta 12 lunas -hasta ocho en el caso de uno solo de ellos- en Lezeaga, Kastrexana y la Ribera de Deusto.
Veolia exigió al comité de empresa que "empiece de una vez a tomar medidas" para evitar los destrozos que se están causando a la flota de Bilbobus. También consideró "incomprensible" que el comité de empresa mantenga la huelga -ayer fue la novena jornada de paro indefinido- mientras se suceden las negociaciones con un proceso de mediación abierto. Además de los citados ataques, la firma denunció que "muchos trabajadores han sido amenazados e intimidados para que no acudan a trabajar". El comité replicó que estas acusaciones son "mentiras".
Empresa y sindicatos se reunieron el martes con el abogado laborista Iñaki Eguskizaga, mediador del Consejo de Relaciones Laborales. Ambas partes vuelven a verse hoy por separado con Eguskizaga.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de noviembre de 2010