El domingo se cumplió una década de la muerte de Ernest Lluch, asesinado por ETA en Barcelona. La Universitat de València rindió homenaje ayer a la figura del ex ministro de Sanidad socialista, rector de la UIMP y profesor de la Facultad de Economía de Valencia, entre otras muchas actividades, en un acto en el que se destacó la vigencia de su pensamiento y el valor de su acción política. "Fue un intelectual comprometido, crítico, disidente se ha llegado a decir; alguien muy querido por la sociedad", declaró el rector Esteban Morcillo. "Esta universidad fue suya durante un periodo de su vida", dijo la decana Trinidad Casasús, quien recordó la visión que Lluch tenía sobre el capital humano "como base de todas las transformaciones".
"Lluch enseñó que hacer una buena universidad es una forma buena de hacer país", afirmó Vicent Soler, presidente de la sección valenciana de la Fundació Ernest Lluch. "Era un agitador", "un seductor intelectual", "un socialdemócrata convencido", "el profesor de futuros profesores de Economía", concluyó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 23 de noviembre de 2010