La policía rescató el pasado domingo a un niño de tres años de la cornisa del balcón de su casa, en un tercer piso de Alcalá de Guadaíra (Sevilla). El padre, separado de la madre del menor, se encontraba a cargo de su hijo, pero había salido a hacer unas gestiones. Tras declarar ante el juez, quedó en libertad con cargos, imputado por un delito de abandono.
Una llamada a la comisaría de Alcalá de Guadaíra alertó de la presencia del niño en la cornisa del balcón de su domicilio. Según el comunicado policial, dos agentes acudieron a comprobar la denuncia y vieron que había un niño llorando "desconsoladamente", agarrado a los barrotes. Subieron a la vivienda y, tras llamar varias veces sin obtener respuesta, procedieron a derribar la puerta para rescatarlo.
Un juez de Alcalá de Guadaíra le imputa un delito de abandono
El menor estaba descalzo, semidesnudo y con evidentes signos de hipotermia. Por ello, la policía solicitó a través de la emisora la presencia de los servicios médicos.
Tras atender al menor, la policía localizó al padre del niño, que prestó declaración ante el Juzgado de Primera Instancia de la localidad. El hombre, de nacionalidad boliviana, está separado de la madre y el pasado fin de semana se encontraba a cargo de su hijo, pero alegó que le había dejado solo en casa para hacer unos recados en la calle.
El hombre se encontraba en situación irregular en España, por lo que también se le ha incoado un expediente de expulsión. El menor fue entregado a su madre tras ser localizada por la policía.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 24 de noviembre de 2010