El Ayuntamiento de Valencia dispondrá de un presupuesto de 693 millones de euros el año y la única Administración que eleva sus transferencias, pese a las críticas de la alcaldesa Rita Barberá, es el Gobierno central. Según el concejal socialista Juan Ferrer, las transferencias del Estado crecen dos millones, mientras las de la Generalitat y la Diputación de Valencia descienden en 44.000 y 61.000 euros, respectivamente.
El edil de la oposición calificó de irresponsable que el Consistorio se endeude más -concretamente 35 millones más antes de que acabe 2010- y e insistió en que el Ayuntamiento de la ciudad cerrará este ejercicio con un índice de deuda del 114,02% frente al 107,4% que dio Barberá en la presentación de los presupuestos el lunes. Ferrer desveló que la Corporación deberá presentar un plan de saneamiento financiero a la Consejería de Economía y Hacienda para poder endeudarse más.
El socialista denunció que el Gobierno local, a diferencia de lo que dijo la alcaldesa, sí subirá los impuestos directos para paliar la bajada en la recaudación de tasas y precios públicos y negó que las nuevas inversiones anunciadas por la alcaldesa de Valencia sean novedosas. "Los proyectos anunciados son en su mayoría los anulados en el mes de noviembre, solo que con menos dinero", resumió Ferrer.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 24 de noviembre de 2010