Actualmente estamos frente a una sociedad donde buena parte de nuestros jóvenes deben trabajar para poder continuar con sus estudios o para poder vivir dignamente.
Por ese motivo me parece una incoherencia total las palabras del presidente de la Generalitat diciendo que va a conceder a la Generación ni-ni un sueldo de 400 euros mensuales mientras hay personas mayores que no pueden acogerse a la ley de la dependencia o jóvenes a los que se les retiran las ayudas para independizarse.
En este país somos víctimas de un gran fracaso escolar. ¿Hasta dónde vamos a llegar, yo me pregunto, si en vez de motivar a los jóvenes para continuar sus estudios les pagamos para que no trabajen ni estudien? Vale la pena pensar un momento en estas preguntas planteadas y ver qué podemos hacer para mejorar esta situación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 24 de noviembre de 2010