Diecisiete personas murieron ayer y más de 20 resultaron heridas por la explosión de un coche bomba en el noroeste de Yemen, cerca de la frontera con Arabia Saudí, contra un convoy de seguidores del grupo rebelde chií de los hutíes. Estos afirmaron que la investigación que han llevado a cabo demuestra que "los servicios secretos estadounidenses e israelíes están detrás de este ataque".
Las sospechas del atentado apuntan en principio a Al Qaeda, que tiene una fuerte presencia en Yemen. De confirmarse, sería la primera ocasión en la que Al Qaeda atenta contra los hutíes.
Los rebeldes hutíes son seguidores de la secta chií zaydí, presente solo en Yemen y a la que pertenece un tercio de la población del país, incluido el presidente, Alí Abdalá Saleh. Estos insurgentes tomaron las armas en 2004 y acordaron una tregua con el Gobierno el pasado 31 de enero para iniciar negociaciones de paz.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 25 de noviembre de 2010