Ciutadans (C's) sabe que no estará en el Gobierno. Sus condiciones para pactar, entre las que están hacer cumplir la sentencia del Estatuto y abolir las multas lingüísticas, tampoco son una fácil moneda de cambio. Por ello, ayer, en su acto central en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), su líder, Albert Rivera, reafirmó que hará una "oposición digna en una legislatura muy difícil" en la que "todos quieren ser comparsas de CiU" .
C's escogió el CCCB por ser un lugar simbólico para el partido. Entre esas mismas paredes, hace cinco años un grupo de intelectuales, entre los que estaban Francesc de Carreras y Arcadi Espada, firmó un manifiesto que fue el germen de la formación. Sin embargo, anoche fueron cuatro militantes rasos los que subieron a hablar al escenario, en un guiño a las bases del patido. Los fundadores De Carreras, Félix de Azúa y Félix Ovejero ocuparon sillas en primera fila, pero no intervinieron. Al acto central del pasado domingo en el teatro Villarroel solo asistió De Carreras.
Ante unas 400 personas -el acto más multitudinario de C's hasta el momento-, Rivera hizo una reflexión sobre el voto útil. El candidato definió los sufragios a favor de C's como "el verdadero voto no nacionalista", y la suya, como la única formación que no depende del sucursalismo madrileño del PSOE y el PP.
El líder de C's, que aspira a alcanzar los cinco escaños necesarios para tener su grupo parlamentario propio, aseguró que una de sus primeras acciones será presentar una modificación de la Ley de Educación y "forzar" así a los socialistas y a los populares a que dejen ver cuál es su "verdadera" postura sobre temas como la inmersión lingüística.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de noviembre de 2010