Los dos principales partidos vascos se enfangaron ayer en un estéril cruce de descalificaciones que relegó su disputa política a un segundo plano. PSE y PNV se acusaron mutuamente de avivar una campaña de "insultos, injurias y calumnias" de la que ambas formaciones se presentaron como víctimas.
El fuego lo abrió ayer el PNV. Fue el alcalde de Leioa (Vizcaya), Eneko Arruebarrena, quien destapó la caja de los truenos con un mensaje en su perfil de Twitter. "¿Alguien se ha dado cuenta de cómo se pronuncia el acrónimo de Patxi López lehendakari? Pelele: toda una definición del personaje", escribió. Después pidió disculpas.
El PSE calificó la estrategia peneuvista de "barriobajera y de cloaca" y exigió a su presidente, Iñigo Urkullu, que "haga callar" a los suyos. El líder nacionalista, en respuesta, demandó a los socialistas vascos "el debido respeto institucional" al PNV.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de noviembre de 2010