Creo que el funcionamiento de la justicia en España es uno de los lastres más serios de nuestra democracia. Tengo la seguridad de que es debido en gran parte a que no ha pasado ninguna transición de la dictadura a la democracia y se ha producido sin solución de continuidad entre los dos regímenes. Todos los días tenemos ejemplos y uno de los últimos ha sido los 21 años en resolver el asunto de la persona en coma. La falta de esta transición es también la razón de su negativa sistemática a la modernización, que no es debido, como a veces se achaca, a falta de voluntad de las Administraciones. La Seguridad Social, Hacienda, Aduanas y tantos y tantos organismos públicos están perfectamente informatizados y progresivamente se han agilizado, mientras que todavía vemos los juzgados llenos de carpetas como en la película El secreto de sus ojos.
Quiero felicitarles por estar incluyendo regularmente artículos sobre la justicia. Además, los suele firmar José Yoldi, que me parece magníficamente documentado y y que escribe muy bien. Les pido que sigan mostrando regularmente los grandes problemas que la aquejan, algunas de las sentencias increíbles y también las arbitrariedades que se dan cada día.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 29 de noviembre de 2010