Cinco detenidos y la muerte del rumano Cosmin Virgil Costea, de 26 años, resuelta. Los agentes del Grupo V de Homicidios dieron ayer por cerrado este caso con el arresto de dos mujeres, acusadas de encubridoras. El crimen se produjo la madrugada del pasado 7 de agosto en los exteriores de la discoteca Pícaro, en Torrejón de Ardoz. En el tiroteo también resultó herido un hombre de 25 años.
Los hechos ocurrieron cuando la discoteca, situada en la avenida de la Constitución, estaba ya cerrada. Antes se había producido un tiroteo en el interior entre dos grupos. Los responsables de seguridad echaron a parte de los contendientes, que amenazaron con volver. Y lo hicieron a las seis de la mañana. Sin mediar palabra, la emprendieron a tiros contra la fachada del local.
La víctima, que residía en la zona de General Ricardos de la capital, estaba hablando con el disc jockey, de espaldas al lugar de donde provenían los disparos. No le dio tiempo ni a reaccionar. Un balazo le hirió de gravedad en el pecho. Otros tres proyectiles alcanzaron a Ciprian Crisan, también rumano y de 25 años, en la espalda, en el brazo derecho y junto a un párpado. Ambos fueron trasladados al hospital La Paz, donde a las pocas horas murió Cosmin Virgil.
La policía recogió al menos 14 cartuchos de un arma de calibre medio. Gran parte de ellos impactaron en las paredes. Desde el primer momento, la policía dejó claro que las víctimas y los agresores no tenían ninguna relación.
Los agentes de Homicidios lograron identificar gracias a una grabación de las cámaras de seguridad de la discoteca a los autores de los disparos. Se trataba de los hermanos Reyes y Basilio N. M., de 29 y 25 años, respectivamente. El primero cuenta con 14 detenciones policiales por diversos delitos como robos, simulación de delito, hurto y contra la seguridad del tráfico. También fue arrestado Mustaphá A., de 40 años, con un antecedente policial. Los tres fueron apresados el pasado 29 de noviembre en un bar que frecuentaban, en la calle de la Unanimidad (distrito de Villaverde). Iban sin armas y no opusieron resistencia, según fuentes policiales. Los agentes aprovecharon que estaban dentro del local y desprevenidos para detenerlos.
Las otras dos detenciones se produjeron ayer. Se trata de Cristina Florentina M., de 20 años, y Mijaela Iuliana C., de 22. Ambas están acusadas de encubrimiento de homicidio, según fuentes del caso. Los cinco, que se han negado a declarar, pasarán hoy a disposición judicial. Los agentes de Homicidios todavía no han recuperado el arma utilizada en el crimen.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 2 de diciembre de 2010