El pacto cruzado entre socialistas y peneuvistas alaveses sigue siendo la verdadera espina dorsal de la estabilidad política en el territorio. El grupo del PNV en el Ayuntamiento de Vitoria dio ayer otra muestra de ello al anunciar que votará a favor de los presupuestos del consistorio por cuarto año consecutivo, tras cerrar un acuerdo con el equipo del alcalde, Patxi Lazcoz.
El regidor tiene previsto presentar hoy las cuentas para 2011, aunque la portavoz peenuvista en el municipio, Malentxo Arruabarrena, se adelantó anunciando que ascenderán a 417 millones de euros, un 7,2 % más que el pasado ejercicio.
Aunque fuentes del consistorio dan el acuerdo por cerrado, Arruabarrena recordó que el apoyo a las cuentas municipales se encuentra condicionado a que el PSE alavés respalde los presupuestos de la Diputación de Álava. El líder provincial socialista, Txarli Prieto, exige la revisión de las partidas forales de Cultura y Medio Ambiente, así como el desbloqueo del conflicto en torno a la cárcel de Zaballa, para dar su visto bueno al proyecto económico de la Diputación.
La sintonía entre las dos formaciones en Álava contrasta con la actitud esgrimida anteayer por el portavoz del PNV en el Parlamento, Joseba Egibar, quien abrió la vía a la posibilidad de que su partido vote este año en contra de los presupuestos del Gobierno vasco.
Tres pilares
Las cuentas municipales tendrán tres pilares, según la portavoz peneuvista: empleo, mantenimiento de las políticas sociales y promoción de la ciudad. Arruabarrena añadió que su grupo ha conseguido incluir una partida de 1,5 millones de euros para automatizar el sistema de préstamo de bicicletas de cara a 2012, cuando Vitoria sea capital verde europea.
También resaltó la dotación de dos millones de euros para la compra de los terrenos de Araca, donde el PNV plantea situar una ciudad del motor, siempre y cuando el Ministerio de Defensa acceda a vender las parcelas. "El poder incluir esto en los presupuestos es un dar un paso más", afirmó.
Tras el proceso de enmiendas, el equipo de gobierno espera tener todo listo para que el proyecto pueda ser aprobados en pleno antes de finales de año o en la primera semana de enero como muy tarde, según explicó un portavoz municipal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 3 de diciembre de 2010