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Cuando el Gobierno anuncia una ley para regular la muerte digna, el debate se centra enseguida en los medicamentos que se pueden dar, en si va a haber sedaciones, o si se podrá retirar un tratamiento. Pero hay un aspecto que es clave -dónde debe pasar todo eso- que siempre queda al margen.
En el californiano lago Mono, de aguas muy saladas y ricas en arsénico, unos científicos han descubierto unas bacterias para las que ese elemento no es un veneno. Al contrario, la GFAJ-1 puede vivir con él y lo asimila en sus biomoléculas vitales, incluido el ADN, ocupando el lugar del fósforo.
La cadena SER ha comenzado la temporada 2010-2011 como líder indiscutible de la radio. Sus 4.247.000 oyentes hacen que esta emisora domine con solidez el dial durante las 24 horas del día. Onda Cero consolida la segunda plaza (2.323.000 oyentes) y la Cope, que ha reforzado su parrilla con fichajes millonarios, logra 1.520.000 y desplaza a Radio 1 a la cuarta posición (1.404.000), según los datos del Estudio General de Medios (EGM), difundido ayer.
El Ministerio de Sanidad ya tiene casi ultimada la resolución que establece qué medicamentos se dispensarán por unidosis. Pero unidosis de verdad, de la que siempre se ha hablado: que el médico recete 28 pastillas de algo, y que si la caja solo trae 24, el farmacéutico abra otra y dé al paciente las cuatro que faltan, en vez de una segunda caja.