La Delegación de Salud de Granada dio ayer por zanjado el problema del sarampión en la capital, tras considerar suficiente el nivel de vacunación alcanzado en el colegio donde se inició el brote. Salud no ha podido contactar con siete de las 35 familias a las que se ordenó vacunar, y otras dos más mantienen su negativa. Pese a ello, la cobertura en el centro educativo es similar a la del resto de la provincia (95%) por lo que ya no existe ese riesgo de contagio de la enfermedad.
Salud remitió ayer un informe con esta información al Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número cinco de Granada, encargado del caso. Desde que éste diera la orden para que 35 niños se vacunaran o si estaban inmunizados se informara a la autoridad sanitaria, se ha logrado contactar con 28 y dos de ellos han mantenido la negativa. Con los siete restantes seguirá trabajando Salud aunque ni la notificación en el domicilio ha tenido respuesta.
59 afectados
Pese a acabar el riesgo elevado de contraer la enfermedad, que ha afectado a 59 personas en la provincia de Granada, la Delegación mantiene la recomendación de vacunar a los bebés de seis meses mientras la cadencia de contagios continúe. Salvo diez, los afectados son menores y solo uno permanece hospitalizado. Desde que se detectó el brote más de una docena de personas han necesitado atención hospitalaria.
Salud decidió acudir a los juzgados como "medida excepcional" ante la negativa de un grupo de padres de vacunar a sus hijos pese a los requerimientos y dada la elevada contagiosidad del sarampión. La decisión de inocular la vacuna triple vírica (sarampión, rubeola y paperas) es voluntaria, si bien en este caso la autoridad sanitaria ha tenido que recurrir a la judicial para evitar la propagación del brote que se extendió a otros barrios y centros educativos de la capital.
La decisión ha tenido en el punto de mira al colegio y no ha gustado desde luego a los padres de los menores que alegan su derecho a no vacunar a sus hijos. Optan por métodos naturales para lograr la inmunización y en el caso de que no se logre no veían tan perjudicial que pasaran la enfermedad. Pese a todo, son solo los padres de dos niños los que mantienen la negativa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 4 de diciembre de 2010